“Hemos decidido tener un bebé”; palabras llenas de responsabilidad y un sin fin de emociones… Pero ¿En algún momento nos ponemos a pensar en qué sucede con nuestra vida sexual cuando nos enfocamos en esta idea? ¿Seguirá todo igual entre mi pareja y yo? ¿Acaso aquí termina mi vida sexual como la he disfrutado hasta el momento?
Todos tenemos una personalidad que, en su mayoría, hace que congeniemos con nuestra pareja. Yo soy una persona a quien le gusta tener el control, todo me gusta en orden, me gusta conocer el cómo, cuándo y por qué de cada situación para anticiparme a lo que mejor se adapte a mis gustos y deseos; por otro lado, mi pareja es más relajado, espera que todo tome el camino que debe tomar y no se estresa tanto como yo. En el momento que decidimos formar una familia, mi mente comenzó rápidamente a analizar lo que debía hacer previo a los intentos. Así que investigué qué era lo que tenía que conocer y puse manos a la obra. Revisión ginecológica en primer lugar para saber si “todo” (ovarios, matriz, senos, etc.) estaba bien; tiempo esperado para lograr el embarazo, posibles situaciones en las que pudiéramos enfrentarnos, como infertilidad por uno o ambos, opción a adopción, etc; plan de alimentación, hábitos a quitar y/o agregar, conversaciones de antecedentes familiares, entre otras.
Tal vez dirás, Jessica, qué exagerada, y tal vez lo fui, pero cada uno de estos pasos nos dieron la tranquilidad para continuar con la idea del embarazo. Pero en algo no medité, y fue precisamente mi vida sexual con mi pareja. La realidad es que no nos dimos el espacio para comentar acerca de nuestra vida sexual y las posibles modificaciones que la etapa misma podría ocasionar. Creíamos que simplemente era continuar haciendo lo que ya sabíamos hacer y no estábamos equivocados, pero para ser sincera, nos faltó conectar más, atrevernos a hacer de esa etapa algo más excitante y divertido.
Por lo general dejamos el tema de las relaciones sexuales en último lugar cuando existen nuevos planes, cambios o alguna alteración en nuestra vida.
Cuando llegamos a un punto de la relación en donde por decisión mutua, se desea formar una familia; la sexualidad, el deseo y el erotismo que existe en la pareja se puede ver alterado por el deseo de ser padres y prescindir del disfrutar y gozar el momento. Los días de ovulación, se vuelven días especiales y en ocasiones de bastante presión para ambos ya que se sabe que estos días son los potenciales para lograr la concepción.
El deseo por satisfacer a la pareja o por satisfacer un deseo personal, se convierte en un acto reproductivo donde la mente y el cuerpo únicamente se enfocan en tener sexo para lograr un fin. Este tema ocasiona presión sexual, personal, económica, alimenticia y social pero también puede llegar a provocar ansiedad, estrés y frustración. Un estudio elaborado por investigadores del Texas A&M Health Science Center de Estados Unidos demuestra que el estrés preconcepcional puede llegar a reducir en un 29% las posibilidades de concebir en un año.
Cuando se haya decidido “formar una familia”, es buen momento para plantear cómo llevar el proceso lo más pacíficamente posible y evitar que los encuentros sexuales se vuelvan rutinarios y repetitivos.
Permíteme darte 8 consejos que sé que te serán de apoyo en esos momentos, si bien, algunos los realicé, y otros me hubiese encantado tomarlos en cuenta.
- Hablar de las expectativas. Conocer qué se puede esperar de esta etapa, los miedos y emociones, el tiempo habitual para lograr el embarazo; en fin, todos aquellos temas que te puedan interesar o tengas dudas investígalos y coméntalos para no caer en el estrés y las ideas erróneas que pueden provocar crisis y frustración con tu pareja. Es una etapa para disfrutar, reserven un día de la semana que puedan estar juntos sin distracciones, piensa en un lugar que les dé paz, sea su casa, un parque, una cafetería; comiencen a hablar de sus expectativas, lo que les interesa saber, lo que les da miedo o, incluso, lo que no les gustaría que pasara. Con esta información, te invito a escuchar atentamente las ideas de tu pareja, éstas son tan importantes y válidas como las tuyas. Así que pueden anotar todo lo que se habló, y buscar juntos las respuestas. Sea leyendo algún artículo, llegando a acuerdos mutuos, buscando profesionales médicos, psicólogos, sexólogos, urólogos, etc., para que les contesten sus dudas e inquietudes.
- Evita presiones. En general nos encanta meternos donde no nos llaman, así que es muy probable que recibas comentarios de familiares, amigos y conocidos “¿para cuándo la familia?”. Es importante que no te dejes llevar por ningún comentario. La comunicación y los deseos con tu pareja bastan para tomar la decisión. Si se desea, se pueden compartir los planes con la familia y amigos para disminuir un poco la presión y comentarles “Gracias por tu preocupación, pero preferimos hablar mi pareja y yo este tema en casa” o bien, “Cuando esté en nuestros planes, te lo comparto con mucho gusto”. Ésta última frase me funcionó muy bien.
- No caer en la idea de sólo tener relaciones cuando la mujer está en periodo fértil. El sexo es parte importante de nuestra vida, por lo que el acto sexual puede estar presente con la misma frecuencia como se tenía antes del deseo de tener un hijo. Claro, en días fértiles se recomienda aumentar la frecuencia para que las probabilidades sean aún mayores. Pero sin dejar a un lado que el encuentro sexual es un momento de conexión con tu pareja, no el cumplimiento de un protocolo. Existirán momentos en el que no apetece, y, está bien. Comunica a tu pareja cómo te sientes y conecten de una manera diferente. Un baño juntos, un masaje, permanecer abrazados también ayuda a que los niveles de ansiedad y estrés disminuyan, y tal vez, se logre el deseo de tener relaciones sexuales. ¿Qué pasa si esto no ocurre? Absolutamente nada. Recordemos que el acto sexual debe ser consensuado por ambas partes, así que si el día de hoy no tienes ganas. ¡Será otro día!
- Conócete. Conocer realmente lo que te gusta y te excita se basa en la autoexploración. Dar la apertura a conocer tu cuerpo, tus genitales, el ritmo, posición y sensibilidad es crucial para poder comunicarlo con tu pareja. (Te invito a leer: Autoerotismo- La magia de nombrarnos y tocarnos). Dad espacio en vuestra relación para expresar lo que deseas y practica… ¡practicando se llega a la meta!
- Envuelve tu relación con erotismo. Atrévete a crear nuevos espacios, comunicar deseos, usar juguetes sexuales, lubricantes, leer relatos eróticos, lo que tu imaginación y el deseo deseen. Esto ayudará a salir de la rutina y hacer de esta etapa un momento más divertido y excitante.
- Renueva tu relación. Cada etapa de la vida trae consigo miedos, estrés, ansiedad, alegría, gusto, etc. Y ésta, no se queda atrás. Así que toma estos pasos y si actualmente estás en proceso de buscar un bebé, date el espacio para hablar y reflexionar acerca de lo que te gusta y lo que te gustaría hacer diferente a partir de ahora. No importa en qué punto estés o lo que hayas hecho, siempre es buen momento para hacer algo nuevo.
- Pausa. Si estas pasando por mucho estrés debido a este proceso, ya sea porque no han logrado el embarazo y ya descartaron cualquier complicación orgánica, o bien, existe mucha presión familiar y de amistades, o cualquiera que sea tu situación, te invito a que hagas una pausa y te enfoques solamente a disfrutar de estar con tu pareja, a buscar actividades de interés mutuo y a agradecer lo que tienen. Cuando decidan comenzar de nuevo el proceso, mantengan la mente renovada y en calma. Recuerda que estar en calma y quitar el estrés puede ayudar a lograr el embarazo.
- Comunica. Como comentaba anteriormente, cualquier duda o emoción nueva es válida tenerla día a día, así que comunica todo aquello que te inquiete con tu pareja y así poder, ambos, encontrar la solución o compartir la emoción.
Estos consejos, no son un listado obligatorio de lo que debes cumplir, simplemente es una pequeña guía que puede hacer de esta etapa un momento para conocer a tu pareja y reinventar nuevas formas de poder conectar y disfrutar vuestra sexualidad. El proceso de desear un hijo nos enseña mucho acerca de cómo será el proceso del embarazo y post parto. Así que te invito a meditar sobre esta información y compartirla con tu pareja.
Nota: Quiero hacer hincapié que los puntos no excluyen a todas aquellas parejas que por una u otra razón se les ha complicado lograr un embarazo. Como profesional en sexualidad y mujer los acompaño.
Bibliografía:
CD Lynch, R. Sundaram, JM Maisog, AM Sweeney, GM Buck Louis, El estrés previo a la concepción aumenta el riesgo de infertilidad: resultados de un estudio de cohorte prospectivo basado en parejas: el estudio LIFE, Reproducción humana, volumen 29, número 5, mayo de 2014, páginas 1067–1075, https://doi.org/10.1093/humrep/deu032
Escrito por: Jessica Espinosa